Gracias a la tecnología moderna, cada vez es más raro encontrar vinos defectuosos, y la mayor parte de los defectos se detectan fácilmente, con la vista o el olfato.
Pero vemos en los detalles …
Vinos oxidados o maderizados: así llamados porque un contacto excesivo con el
oxígeno ha perjudicado su calidad gustativa.
Los vinos blancos están apagados, con una capa más oscura que la normal para su edad
y su tipo, y con un color pajizo sin reflejos ambarinos. Olor plano y sin atributos; sabor acidulado. Se dice también «maderizado».
Los vinos tintos tienen también un aspecto poco brillante, en exceso amarronado para su edad y su tipo. «Nariz» débil, desbravada, con un olor y un sabor agridulce que evoca el caramelo.
Vinos agrios Poseen olor a vinagre debido a un exceso de ácido acético, característico del vinagre. Sabor débil y agrio.
Vinos azufrados y reducidos El anhídrido sulfuroso les da un olor acre, picante y sofocante,
semejante al de una cerilla cuando se enciende; producen una sensación de sequedad y de picor.
El ácido sulfhídrico les da un olor a huevo podrido, a caucho, a ajo y a vegetales en descomposición,
con los sabores correspondientes.Se dice también que el vino está «reducido».
Vinos corchados Un olor a moho, a corcho podrido, domina completamente el buqué y el sabor de estos vinos, que se vuelven imbebibles.
… a que tienes argumentos para devolver un vino defectuoso?