Son muchas las personas que luego de beber vino tinto padecen dolores de cabeza. Al parecer los motivos de este malestar son variados y dependen de cada uno de nosotros.

Sin duda la principal razón es el consumo en exceso, pero hay también otras causas que pueden ser alérgicas o tener sensibilidad a los sulfitos. Los sulfitos son una sal que puede ser natural o agregada por la bodega y tiene funciones antioxidantes, desinfectantes y depuradoras del color. A partir del siglo XX los sulfitos se han introducido en la industria alimentaria como conservantes por muchos alimentos y bebida; estos son visibles en las etiquetas bajo el concepto E220 y E228. De todas formas en muy difícil poder detectar con certidumbre el contenido de estas sustancias así que en el caso del vino se indica – Contiene Sulfitos –

El dolor también puede ser producido por los taninos y sobre todo por la concentracion de alcohol, pero la culpa no la tiene el vino. Puede que otra razón sea la baja tolerancia de las personas que los beben o la falta de costumbre.

Las aminas y los polifenoles y sus efectos en la dilatación o la constricción de los vasos sanguíneos son otra causa.

Ahora bien, para evitar este tipo de malestar nada mejor que beber con moderación, disfrutar de un vino suave, u optar por los blancos e hidratarse para diluir el efecto del alcohol del vino en la sangre.

 

Pero, sin miedo … gozar de vuestro vino … SALUD!